Nos mostramos un cariño que sube enteros cada jornada. Nos proponemos mejorías, sentencias nuevas, caricias. Nos llegamos al corazón.
Nos ponemos donde toca. Nos soñamos. Nos preparamos para ir y venir con un toque maestro. Nos hemos rozado varias veces.
Nos despejamos. Nos hacemos capaces con elucubraciones que nos indican recitales y óptimas sentencias. Nos aplaudimos con cariño.
Nos buscamos entre conveniencias bien intencionadas. Nos pensamos. Nos soltamos y nos decimos todo cuanto nos apetece.
Hemos asegurado lo que es, lo que viene, lo que nos presenta una opción que es saludable. Nos tomamos. El desayuno es ideal, y lo que aparece detrás mucho más.
Juan TOMÁS FRUTOS.
No hay comentarios:
Publicar un comentario