Nos entregamos
a un momento inefable.
Nos respondemos.
Nos entendemos.
Hay paz, y bien,
y deseos cumplidos.
Nos acompañamos,
nos sentimos amigos.
Hemos dejado atrás el daño
y nos favorecemos
para aceptar cuanto sucede.
La vida tiene sus sentidos.
Nos propiciamos
con valores que brillan.
Estamos donde debemos.
Juan T.
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