Nos amamos
en
este día de locos,
que
lo es por un deseo
que
no queremos frenar.
Nos
entendemos
en
esta etapa que no se percibe,
que
no queremos comprender.
Nos
desatamos.
Premiamos
los
óptimos hechos,
las
caricias perfectas,
los
sueños desarrollados
entre
fuerzas cohesionadas.
Nos
maravillamos
por
la destreza que manifestamos.
Todo
tiene sentido.
Nos
hemos quedado solos
precisamente
para atender
este
encuentro de dementes
sin
cura.
Nos
queremos
por
las mil batallas libradas
y
por las que han de venir.
No
tenemos miedo.
Solo
albergamos besos
que
exprimiremos hasta el final.
Nos
hemos renovado.
Parecemos
con mejor lustre.
Barremos
cuanto sobra.
Nos
hemos convertido
en
ese linaje que acrecienta
los
eventos más atrayentes.
Estimamos
con la intención
de
salvarnos,
y
así sanar un mundo
que
cobra sentido
gracias
a lo que nos aportamos mutuamente.
Ya
no contemplamos lo negativo:
todo
es bondad, caricias
y
flamante oportunidad.
Amándonos.
Juan Tomás Frutos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario