Dibujemos territorios
en
los que nos asomaremos
a
la libertad sin condiciones.
Dispongamos.
Nos
hemos de serenar.
Planteemos
respuestas
a
las preguntas esenciales
sabiendo
que podemos salir de los líos
si
tenemos la pretensión para ello.
Nos
ocuparemos de la verdad
con
intenciones nobles.
No
nos quedemos
en
las garantías inútiles.
Podremos
asentir con claridad.
Nos
fortaleceremos
en
un trayecto de querencia máxima.
No
pidamos.
Demos.
Todo
saldrá como debe
en
el instante oportuno, sin tregua,
sin
reclamar nada a cambio.
La
vida tiene su lenguaje.
Lo
único que debemos hacer
es
comprenderla
sin
celeridad, sin romperla.
Marchará
genial.
Juan Tomás Frutos.
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