Registramos
en nuestro equipaje
esos besos que salvan.
Nos miramos
a los ojos llenos
de deseo
y nos advertimos
en la mejor noche.
Podemos sentirnos felices
de habernos ayudado
en un milagro
que haremos plácido
y sencillo.
Nos ayudaremos
en todo lo que sea posible.
Nos regodeamos.
Juan T.
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