Mitigamos
los efectos de una vida que nos descontrola. Hemos hecho caso al deseo, y eso
nos lleva demasiado lejos.
Nos entusiasmamos con los recreos que nos
adivinan y dictaminan qué hacer en cada momento. Nos exponemos a la vida. Eso
no es malo.
Generamos espacios que nos invitan con tardanzas
más que recreadas. Nos pensamos un poco más. No quedamos atrás.
Suponemos y seguimos con un amor hermoso que nos
ha de conducir por los sitios más hermosos. No quedaremos parados.
Los hechos nos han de permitir sumar con unas
ciertas garantías. Expongamos los buenos motivos. Nos deseamos.
Juan TOMÁS FRUTOS.
No hay comentarios:
Publicar un comentario